Desde los tiempos de Garay, el frente de los lotes
en nuestra ciudad se fijó en 8,66 m, claro que entonces se medía en
varas.
Puesta en marcha la ciudad, se dieron delanteras más
anchas, de menor amplitud hay menos y pequeñas,
una verdadera excepción, muy buscadas por los amantes del urbanismo.
Para que los porteños tengan idea de un frente estrecho, se cita “la casa
del liberto” construida sobre un lote de apenas 2,30 m de frente sobre la
cortada San Lorenzo (nro 380)
No es, ni fue la más pequeña, se sabe que por las
actuales Medrano y Bartolomé Mitre, donde hoy corre el Ferrocarril, hubo otra
que le mataba el punto.
Con Margarita Paroli, hace algún tiempo, descubrimos
uno de esos frentes tan buscados en pleno centro: Viamonte 1728.
Quedamos boquiabiertas.
Su fachada de 2m con 99 cm, parece aún más angosta gracias a las dos columnas
que adornan la entrada. Había más: el portero eléctrico indicaba 5 pisos y 10 unidades
funcionales, mirando a través de los cristales de la puerta, no había más que
un pasillo sin fin. Es que muy al fondo, hay unos 100 de fondo, recién se
alza la construcción.
Aún no hemos investigado como es que existe ese terreno,
posiblemente por subdivisión antigua de alguna chacra, o por historias humanas
que ponen el encanto a las estructuras de ladrillo.
© Ana di Cesare